Con un regalo solidario tu boda no se olvidará
La gente no solo se casa en otoño e invierno, si no que además puede seguir haciendo un regalo solidario en esa boda y llevar mucha alegría a un montón de personas.
Parece que, una vez acabado el verano, es impensable celebrar nada, pero eso no es cierto. Bodas sigue habiendo, pero son un poco diferentes, aunque también depende de dónde tengan lugar.
Es cierto que cuanto más al norte, el clima acompaña menos para festejarlas al aire libre, pero se pueden organizar magnificas celebraciones en ambientes interiores. Yo he asistido a bastantes bodas en hoteles y otras instalaciones que resultaron excelentes.
Por otra parte, hay muchas partes de nuestro país donde en el otoño se puede gozar de una magnifica temperatura y todavía podemos agasajar a nuestros invitados en un jardín.
Pero de lo que no cabe duda es de que no va a hacer el calor de la primavera o el verano y de que deberíamos hacer algunos cambios. Quizás se debería sustituir la cena por la comida, ser más precavidos con el atuendo y claro está no regalar a los invitados abanicos o pay pays.
La clave es crear un ambiente agradable en el que la gente se pueda relacionar sin que le moleste el ruido, el sol en la frente o se le claven los tacones en el césped.
¿Y por qué no, una ceremonia en la que los comensales se diviertan y sean conscientes de que los contrayentes han querido compartir ese día con otras personas?
¿Cómo podemos hacer eso?
Nada más sencillo. Cuando prepares tu boda piensa en una ONG, con la que compartas objetivos, Fundación Theodora por ejemplo. Habla con ellos y seguro que te ofrecen un regalo solidario para tu boda con el que sorprendas, conmuevas y diviertas a tus amigos y familiares.
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